Durante la Edad Media, la belleza de una mujer residía en su frente, por lo que muchas de ellas tendían a eliminar el pelo de cejas y pestañas. Por suerte, los cánones de belleza han cambiado y hoy en día, buscamos una pestaña larga, tupida y rizada que realce nuestros ojos. Descubre qué tratamiento se adapta más a tu mirada.